Bancarrota
La bancarrota es una experiencia con muchas connotaciones negativas. La idea de perder todos nuestros activos evoca una reacción emocional tan fuerte que muchas personas sufren ataques de ansiedad, depresión y otras afecciones relacionadas con el estrés.
La mayoría de esos pensamientos o experiencias negativas son el resultado de conceptos erróneos comunes sobre la bancarrota y los efectos de estos en su vida. Desafortunadamente, muchas personas no saben que la bancarrota es realmente un beneficio, si se hace correctamente y en las circunstancias adecuadas.
La perspectiva que tiene la persona hacia la bancarrota es esencial para que este proceso no sea tan doloroso.
La bancarrota es un proceso legal que requiere la ayuda del Tribunal Federal de los Estados Unidos y consiste en cancelar algunas de sus deudas, dándole la oportunidad de comenzar una nueva etapa financiera.
Casi todas las personas en algún momento de su vida han tenido algún tipo de deuda, que van desde créditos hasta educación superior, sin embargo, hay ocasiones en que una persona y/o empresa ha tomado más préstamos de los que podía pagar o porque ya no tienen la misma fuente de ingreso.
Declararse en bancarrota podría permitirle comenzar una nueva etapa financiera, sin embargo, es un asunto serio que, si bien puede ser una alternativa, no es una solución fácil. Las leyes de bancarrota son complicadas y están cambiando constantemente.
Es vital poder obtener asesoramiento legal especializado para evaluar todas las alternativas posibles y encontrar la mejor solución.